Alguna vez te has preguntado ¿cómo puedo ser más
paciente?
La paciencia es una virtud muy importante la cual todos
debemos de adquirir en nuestra vida y mientras más rápido
mejor. Es un reto enseñarle a los niños a ser pacientes, y más
aún si uno como adulto aún no ha aprendido
Ayer fuimos a un festival aéreo donde tuve la oportunidad de
enseñarle de una forma divertida a mi hija a ser un poco más
paciente.
Al ver todos esos otros niños con las caras pintadas, por
supuesto Carlita también quería hacerlo. Unos niños tenía
la
carita de Spider Man, otros eran un pirata, y unas niñas
eran mariposas.
Inmediatamente cuando Carlita se sentó en la silla, se le vio
en su expresión que ella no quería esperar.
No se quería quedar quieta. Y cuando le dijeron que cerrara los ojos, creo que hizo caso porque estaba más cansada que desesperada.
Así que cerró los ojos, y esperó…
En el transcurso de un par de minutos al parecer Carlita empezó a soñar. Tal vez ella soñaba con un mundo lleno de fantasía donde todos estos niños con caritas pintadas jugaban sin parar.
De repente, volvió abrir sus ojos…
Y la dejaron verse en un espejo, y al verse…
Carlita supo que valió la pena tanta espera.

Es importante saber, que ser paciente no solo significa poder esperar en calma. Pero la espera, es vital para sentirnos en paz. Encontré una página web que habla más del valor de la paciencia y dice:
La paciencia no es pasividad ante el sufrimiento, no reaccionar o un simple aguantarse: es fortaleza para aceptar con serenidad el dolor y las pruebas de la vida, como venidos del amor de Dios…
San Francisco de Sales afirmaba que es necesario tener paciencia con todo el mundo, pero, en primer lugar, con uno mismo.